Para el postre de hoy, tenemos rabo
No creo que el cambio de postre que este hombre le ha sugerido a su novia, de un delicioso trozo de pastel a un pedazo de carne como la suya, se deba a motivos alimenticios, ya que ella es una mujer delgada que puede darse el gusto de comer lo que desee. Él prefiere que ella lo complazca con sexo oral después del almuerzo, la cena, o en cualquier momento, no tanto por la comida, sino por el placer de la lujuria; además, porque realmente siente que se digiere mejor con una buena felación. Aunque muchos no sean partidarios de hacer ejercicio después de comer, ¿quién podría resistirse a un buen encuentro sexual?