asi no hay dios que rinda en el trabajo
Los hombres no es que tropecemos dos veces con la misma piedra, si no que lo hacemos cien… Después del último lío de faldas que tuvo con su anterior secretaria se prometió a si mismo que contrataría a un hombre o a la tía más fea del planeta para llevar la contabilidad de la empres, pero ya sabemos lo débil que es la carne y una vez más pasa 12 horas al día con una tia que allá por donde pasa deja las pollas como cañas de pescar. Sensacional y bellísima asiática que para abrir boca el fin de semana viene de puta madre ;).