la vecinita vino a pedirme un poco de azucar
Antes de empezar os voy a pedir una cosa, memorizad esto: minuto 6:08… ¿ya?, perfecto. Pasemos ahora a resumir lo que veréis en un momento y eso no es ni más ni menos que a la típica hija del vecino con un pollazo más que considerable follándose al vecino de al lado, un treintañero soltero y con pasta que poco o nada tuvo que hacer para recibir tan deseada visita, tan solo tener en su despensa cosas necesarias como pueden ser huevos, sal, azucar o pan, estas cuatro cosas son básicas si quieres tener alguna oportunidad de echar un polvo. Tener la despensa llena no quiere decir en absoluto que vayas a follar seguro, pero por lo menos tu vecina te deberá un favor y hay muchas formas de pagarlo, entre ellas con sexo y algún día puede sonar la flauta.