Se creía con derecho a follarse a su asistenta
Sus padres le pagaban el sueldo a esta asistenta madura, tal vez por eso el chico se creía con derecho a hacer con ella lo que quisiera. Ya para eso no se corta en absoluto, mientras la madura estaba limpiando él le levantó la falda para poder ver su coño. La mujer ya sabía lo que quería el joven, no era la primera vez que quería follar con ella. Por eso simplemente se reía. Sabía que su sueldo dependía en parte de que el jovencito estuviera satisfecho puesto que pasaban mucho tiempo juntos a solas, así que hacía lo posible por contentarle. Se sentó a su lado y el jovencito empezó a besarla, no quería charla, solo follar. Una vez los dos estaban en pelotas la asistenta empezó a chuparle la polla. En realidad ella no tenía prisa, cobraba por horas y siempre sería mejor follar que trabajar. Poco después el muchacho la puso a cuatro patas y comenzó a follarle el coño. En realidad la trataba como un simple objeto de satisfacción sexual, pero menudo coño tenía la madura. Al final el joven se corrió sobre el pecho y el vientre de la mujer. Ella se había convertido sin saberlo en una pornochacha.