Puedes follarme si quieres hijo
Su madre estaba preparando algo de comer, pero su hijo no hacía más que mirarla. Sin lugar a dudas el chico estaba cachondo y se preguntaba si su querida mamá le dejaría probar su carne. La respuesta fue más que obvia cuando la madurita comenzó a quitarse la ropa diciéndole que podía follársela si quería, cosa que hizo sin pensárselo dos veces. Se puso detrás de ella con la polla bien dura buscando su coño hasta que se la metió desde atrás. Pero no fue la única follada, ya que un rató más tarde mientras ella limpiaba el horno se volvió a repetir la misma escena, follándosela de nuevo como a una zorra. Estaba claro que eso se iba a convertir en costumbre.