El párroco no era trigo limpio
En todos los sitios hay manzanas podridas y en esta congregación el director de la parroquia tiene una doble cara, aunque bueno, eso puede pasar en cualquier lugar. Al tipo le gustan demasiado las jovencitas de 20 años y tiene una capacidad seducción increíble con la que es capaz de acabar acostándose con casi todas. Evidentemente todo es previo consentimiento, aunque no se puede negar que las chicas están muy nerviosas la primera vez porque muchas de ellas son vírgenes. Lo que pasa después de eso es que son ellas las primeras que están deseando que las vuelvan a llamar de nuevo para ir al despacho del jefe…