Por favor, ten precaución
Su esposo, un hombre mayor, solía descuidarla al preferir trabajar en lugar de atender sus necesidades Desesperada, salió de casa y se topó con un fornido hombre negro haciendo ejercicio afuera La visión de su torso desnudo y sus músculos la excitó Aprovechando que su esposo no estaba, lo invitó a entrar, consciente de sus intenciones sexuales Una vez adentro, le pidió que se desnudara sin rodeos Sin perder tiempo, comenzó a satisfacerlo oralmente al ver el tamaño de su miembro Luego, lo penetró con ansias, disfrutando de la enorme verga negra que la complacía Aunque no estaba acostumbrada al sexo anal, él quiso probarlo y, a pesar de sus advertencias, lo hizo con brusquedad A pesar de todo, ella disfrutó de la experiencia y esperó pacientemente a que él se corriera en su boca antes de vestirse y marcharse justo antes de que llegara su esposo, quien fue recibido con una sonrisa