Colaboré con mi hermana durante la restricción obligatoria
Después de estar aislados y solos durante mucho tiempo, necesitábamos liberarnos y sabíamos que nadie nos observaría Quisimos grabarlo, aunque sería nuestro mayor secreto guardado Me coloqué frente a ella, entendía lo que deseaba, y tras ver mi miembro, lo succionó Tuve suerte al encontrarla en uno de sus días de mayor calentura Tras una placentera felación, se colocó encima de mí y permitió que penetrara su buceta, era ella quien llevaba el ritmo Al final, le advertí que iba a eyacular, pero me indicó hacerlo afuera Así que mientras permanecía boca abajo, me acerqué con mi miembro y derramé mi semen en su rostro, lo repetimos múltiples veces una vez roto el hielo