Voy a empezar a correr ahora mismo, jovencita
El anciano había tenido éxito Después de tantos años atendiendo pacientes en sus casas como médico, nunca había vivido una situación similar A la joven parecía provocarle solo sentirse excitada En un descuido, agarró el pene del médico, dejándolo petrificado Luego, fue ella quien lo besó, y él no pudo resistirse, correspondiendo a sus besos Después de desnudarse, se dirigieron al sofá, donde pudo apreciar el cuerpo delgado de la chica, en contraste con el suyo, más fornido Sin embargo, a la adolescente le gustaba de esa manera, le recordaba a su padre y eso la excitaba El anciano no pudo aguantar más y le advirtió que iba a eyacular, colocando su pene en la boca de ella y finalmente llegando al clímax