Una mujer rubia ingenua se traslada a mi habitación para mantener relaciones íntimas
Entro en mi habitación después de ir al gimnasio y lo primero que veo es a una mujer rubia desnuda, ansiosa por tener relaciones sexuales Al estar un poco excitado, le quito las sábanas y empiezo a disfrutar de su trasero, saco mi miembro y se lo muestro Ella lo agarra y lo guía hacia su buceta, ambos estamos muy excitados No aguanto más y la penetro, su buceta comienza a mojarse, ¡qué sensación, déjame seguir! La penetro y empiezo a moverme suavemente de lado, la chica se va calentando más y más, siento cómo su buceta húmeda pide más, la rubia es toda una diosa Sus expresiones lo dicen todo, está ardiente, sus pechos son increíbles, los sostiene como dos pelotas de baloncesto, le abro las piernas y sigo acelerando el ritmo, ¡qué placer siente la mujer! Para no extenderme demasiado, termino penetrándola a cuatro patas y dejándole el trasero lleno de semen