El profesor se esforzó en llevar a cabo la tarea de manera discreta
La atracción de la estudiante hacia su profesor se evidenciaba no solo por las miradas coquetas que le dirigía, sino también porque en un abrir y cerrar de ojos se deshizo de sus braguitas, dejando su intimidad completamente a disposición del maestro Incluso para disipar cualquier duda, la chica lasciva le ofreció su ropa interior como regalo, dejando claro que estaba dispuesta a tener relaciones sexuales con él Todo transcurría de forma impecable y el hombre demostraba ser tan hábil en la cama como ella había imaginado, pero los planes tomaron un giro inesperado cuando él decidió cambiar de agujero y penetrarla por detrás