No tenía intenciones de hacer un test anal contigo, padre
No tenía que ser necesariamente su padrastro quien la iniciara en el sexo anal, a pesar de sus ansias. Fue simplemente el curso natural de las cosas y el destino se encargó de que así fuera. Solo debía relajarse, entregarse al momento y disfrutarlo. Aunque experimentó algo de dolor, se convenció a sí misma de que su ano era tan acogedor como su buceta. Esta joven es fascinante, no solo por su belleza extraordinaria, sino también por la forma en que recibía el pene en su trasero con placer. ¡Dios, hijas como estas son verdaderas joyas!