Las chicas Maddy May y Kylie Rocket disfrutan devorarse mutuamente
Al principio, la relación laboral entre Maddy May y Kylie Rocket no fue del todo fluida, pues la jefa estaba algo nerviosa y exigente Sin embargo, lograron limar diferencias y se conviertieron en buenas amigas, incluso al margen de sus responsabilidades en el trabajo Este acercamiento fue propiciado por la iniciativa de la jefa, que posee habilidades excepcionales en el ámbito lésbico, de seducir a su empleada y proponerse realizar prácticas sexuales mutuas La oficina se convirtió en el escenario ideal, permitiendo a ambas coordinar un encuentro íntimo y exploratorio