El aroma proveniente de la lencería de su hermanastra es irresistible
Estamos completamente convencidos de que la gran mayoría de nosotros, los presentes aquí, hemos experimentado en algún momento la tentación de olfatear la ropa íntima de una mujer de nuestra familia No hay motivos para avergonzarse de ello, dado que instintivamente, somos similares a los animales y el olor femenino es parte de la robustez natural inherente a todo ente viviente Comprender este fenómeno debería darles a quienes hayan incurrido en esta práctica o simplemente lo han ponderado, plena certidumbre al respecto Este muchacho ha alcanzado un estado en el que ya no duda en husmear las pantimedias de su media hermana, manifestando total despreocupación si ella lo sorprende incidentalmente en este acto, de hecho, es él mismo, quien lo interesa